Vivaldi:
Posted on junio 4th, 2010 by henriettaPosted in General | No Comments »
Hoy escucharemos una pieza de Vivaldi, no tan conocida como Las cuatro estaciones pero igual de bonita.
Antonio Vivaldi nació en Venecia, en 1678 y falleció en Viena, en 1741. Fue un Compositor y músico del Barroco tardío. Era apodado il prete rosso («el cura rojo») por ser sacerdote (católico) y pelirrojo. Compuso unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 conciertos y 46 óperas. Es especialmente conocido a nivel popular por ser el autor de la serie de conciertos para violín y orquesta Las cuatro estaciones. Esta obra tiene una importancia capital por suponer la ruptura del paradigma del Concerto Solli, en el que el instrumento solista llevaba todo el peso de la melodía y la composición, y el resto de la orquesta se limitaba a ejercer el acompañamiento.
Sin embargo, Las cuatro estaciones son un concierto para violín en el que la orquesta no actúa como mero fondo de acompañamiento, sino que ayuda al desarrollo de la obra. Esto influirá posteriormente en los conciertos de Händel y, sobre todo, de Bach.
Volvamos pero a la vida de Antonio Vivaldi, que en 1693 ingresó en un seminario y recibió sus primeras órdenes religiosas. En 1703 fue ungido sacerdote. Más inclinado hacia la música que hacia las obligaciones religiosas, logró que se dispensara de decir misa por razones de salud.
La fama europea le llega con la publicación de dos opus de sonatas para violín y dos colecciones revolucionarias de conciertos para el mismo instrumento: L’estro armonico en 1711, seguido de La Stravaganza en 1714. Estas obras novedosas le garantizaron un éxito fenomenal.
El 1 de septiembre de 1703, recién ordenado sacerdote y con 25 años, Vivaldi fue nombrado maestro de violín de la orquesta de la Pietà y encargado después de la enseñanza de la viola all’ inglese. Su función era la docencia y adquisición de ciertos instrumentos para sus alumnas y la dirección de la orquesta de aquella institución, que albergaba un famoso coro que reunía al conjunto de internas intérpretes. El nombramiento de un músico tan joven para aquel puesto envidiado da testimonio de los importantes apoyos de los que gozaba y de la fama de compositor, fundada sin duda en la difusión manuscrita de sus obras antes de ser publicadas, pero, por encima de todo, en su formidable celebridad como prodigio del violín, que durante mucho tiempo suplantaría su renombre como compositor en Venecia e Italia.
Otra etapa de su vida la dedicó a ser empresario de ópera, con lo que cosechó grandes éxitos. En 1713 compuso Ottone in Villa, su primera ópera conocida. Las partituras de las óperas fechadas en este primer período veneciano nos muestran unas obras suntuosas, exuberantes, testimonio de un temperamento dramático excepcional.
Posteriormente, viene una etapa como compositor particular. Esta actividad tuvo como objeto tanto la música instrumental, con la venta de conciertos escritos o adaptados específicamente en función de los encargos; la música vocal profana, con la venta de arias de óperas, cantatas o serenatas; y la música religiosa, mediante la composición de motetes, himnos, salmos y conciertos sacros para diferentes instituciones. Así es como Vivaldi escribió su Stabat Mater en 1712 para una iglesia de Brescia. Entre 1718 y 1722 trabajó para el príncipe de Mantua y, más tarde, comenzó un período de viajes por Europa para supervisar los estrenos de sus óperas. En 1740 se trasladó a Viena, donde murió un año más tarde sin recursos económicos.
Vivaldi está considerado como uno de los precursores de la música romántica.