A través del espejo :: Blog literario… y más

A través del espejo

Viaje en el tiempo

Posted on octubre 31st, 2007 by henrietta
Posted in Columnas | No Comments »

No se hasta qué punto cuando, alguna vez, hemos pensado en si sería divertido o no tener una máquina para viajar en el tiempo lo decimos en serio o sólo bromeando.

Lo cierto es que ésta es una posibilidad que probablemente haya pasado, en alguna ocasión, por nuestra mente. Tener más o menos imaginación es una cualidad -o un defecto- que nos puede llevar a viajar desde un sillón sin necesidad de ninguna experiencia real. Que este viaje sea gratificante o no, dependerá de lo hábiles que seamos poniéndonos en situaciones irreales. Esto puede ocurrir conscientemente o mientras soñamos.

Reconozco que no me ha ocurrido a menudo pero sí recuerdo haberme despertado teniendo la sensación de cansancio que provoca un viaje o estar en una situación y vivirla como si esto ya me hubiese ocurrido antes. Sensaciones todas ellas bastante extrañas pero que, de vez en cuando, ocurren.

Quienes gustan de la ciencia ficción es probable que hayan pensado en la posibilidad de que se llegue a inventar una máquina del tiempo. A mí, me parece, en primer lugar, que no ocurrirá nunca y, en segundo lugar, dudo que fuese realmente útil por dos razones: la primera es que viajar en el futuro no tiene que ser necesariamente agradable: ¿por qué querríamos ver lo que nos ocurrirá en el futuro si, más tarde o más temprano, acabará pasando? y, la segunda es que si, al contrario, la utilizásemos para retroceder en la historia dudo mucho que nos resultase divertido vivir en épocas prehistóricas o, por poner otro ejemplo, en Egipto mientras construían las pirámides porque, acostumbrados a nuestro mundo actual lleno de comodidades, ir semidesnudos o no tener electricidad no sería precisamente placentero.

Sin embargo, sí hay otra manera de retroceder en el tiempo que puede ser increiblemente agradable y no es otra que viajar a cualquier lugar que, en algún momento, haya tenido relevancia por una u otra razón. De este modo tan simple nos sentiremos transportados a la época en que esto ocurría sin necesidad de pasar las incomodidades que tendrían que haber sufrido aquellos a quienes les correspondió vivirlo. Éste, en el fondo, es el único modo de disfrutarlo porque reconozcamos que los viajes “imaginarios” nunca pueden llegar a sentirse como si fuesen reales.

Leave a Reply

Name

Mail (never published)

Website