A través del espejo :: Blog literario… y más

A través del espejo

Rutinas:

Posted on septiembre 10th, 2008 by henrietta
Posted in Columnas | No Comments »

Atrás quedan para muchos las tan anheladas vacaciones, que siempre saben a poco. «Tanto tiempo esperándolas para que pasen volando», pensamos a menudo. En fin, ahora es época de volver a las rutinas, de escuchar hablar de la depresión post-vacacional, de ver como el día es cada vez más breve y la noche crece a su costa.
 
Las aburridas rutinas para unos y necesarias para otros nos permiten reflexionar sobre lo diferentes que somos las personas al afrontar unos horarios ineludibles durante buena parte del año. Habrá quien se sienta cómodo siendo como un reloj programado a todas horas del día, salvo el fin de semana, y, al contrario, habrá quien sufra un enorme tedio por esta causa. La solución pasa por acertar en la elección del trabajo que cada uno puede realizar mejor según sus inclinaciones. Es evidente que no es lo mismo pasarse el día encerrado en un despacho que estar todo el día en movimiento. ¿Por qué se quejarán algunos de que la humanidad se está volviendo demasiado sedentaria? ¿Acaso podemos elegir siempre? Sinceramente, creo que no. Hay tantos condicionantes que nos obligan a seguir unas rutinas que somos poco libres para decidir si nos convienen o no. A menudo, hay que resignarse a aceptarlas sin más.
 
Hace poco leía un artículo sobre los males del trabajo nocturno: rompe las rutinas habituales del cuerpo humano -dormir, comer…-. Sin embargo, si tenemos en cuenta que cada vez queremos tener más servicios a todas horas del día, es evidente que alguien tiene que resignarse a incumplir estas rutinas.  De todos modos, lógicamente, nada tiene que ver dedicar la noche al ocio con tener que pasarla cumpliendo obligaciones laborales que, aunque puedan tener su recompensa económica, impiden llevar una vida similar a la de quienes tienen un horario más acorde con la naturaleza humana. No será, pues, extraño que haya quien se queje del mal humor que provoca tener que trabajar de noche y verse obligado a dormir de día. ¿A alguien le extraña? A mí, personalmente, no.
 
De todos modos, sean cuales sean nuestras rutinas, ahora, no podemos hacer más que volver a ellas y echar de menos las vacaciones pasadas, con la vista puesta, por supuesto, en las próximas.
 

Leave a Reply

Name

Mail (never published)

Website