La bella Durmiente:
Posted on octubre 23rd, 2009 by henriettaPosted in General | No Comments »
Hoy vamos a dedicar otro viernes a hablar de cuentos. Un día le tocó a Hans Christian Andersen y hoy le toca el turno a los hermanos GRIMM.
El 4 de enero de 1785 nace en Hanau, Jacob GRIMM y el 24 de febrero de 1786, William GRIMM.
Ambos se dedicaron al estudio de la lengua alemana, a la traducción de poemas germanos antiguos y se convirtieron en los fundadores de la filología germanística pero son más conocidos por cuentos como La Bella durmiente, de la que estamos escuchando una versión de Piotr Ilich Tchaikovski. Después hablaremos de él. O Blancanieves, Caperucita… . Eran los dos mayores de una prole de 9 hermanos, que se quedaron huérfanos con 11 y 10 años.
En 1812 apareció el primer volumen de Cuentos de niños y del hogar, que los hermanos Grimm habían ido recopilando durante 5 años.
Estos cuentos fueron prohibidos en Viena por ser relatos supersticiosos. Sin embargo, en pocos años fueron traducidos a casi todos los idiomas. En 1815 apareció un segundo volumen y en 1822, el tercero.
Muchos de estos cuentos tienen anécdota, por ejemplo, Hansel y Gretel le había sido contado a William por la niñera de la que sería su esposa. Ya se conocían desde niños aunque tardaron un poco en casarse…
También el novio de su única hermana, Carlota, les relató algunos de estos cuentos.
Hay quien dice que estos cuentos no son auténticamente germanos sino que proceden de fábulas de la literatura hindú. Pero cualquier que sea el origen lo cierto es que los cuentos de los hermanos Grimm abrieron un nuevo camino para la literatura infantil. Otro día hablamos de Hans Christian Andersen y dejaremos a Lewis Carrol para cuando entrenen la nueva versión de Alicia.
Sobre Tchaikovski no vamos a decir mucho porque realmente no necesita gran presentación, ¿verdad? Probablemente a casi todos nos suene El lago de los cisnes, el Cascanueces o la misma Bella Durmiente, que estamos escuchando.
Tchaikovsky nació en Votkinsk, Rusia, 1840 y falleciío en San Petersburgo, 1893. Su música es profundamente expresiva y personal, reveladora la personalidad del autor, compleja y atormentada.
Fue alumno de composición de Anton Rubinstein en San Petersburgo. Fue tras la composición de la Sinfonía núm. 2 «Pequeña Rusia» y, sobre todo, del célebre Concierto para piano y orquesta núm. 1, cuando se empezó a descubrir el talento de Tchaikovsky.
Gracias al sostén económico de una rica viuda, Nadejda von Meck –a la que paradójicamente nunca llegaría a conocer–, Tchaikovsky pudo componer algunas de sus obras más hermosas y originales, entre las que sobresalen sus ballets El lago de los cisnes, La cenicienta, La bella durmiente y Cascanueces, sus óperas Evgeny Oneguin y La dama de picas, y las tres últimas de sus seis sinfonías. Entre éstas destaca la “Patética”, reveladora de la compleja personalidad del músico.