Etimologías curiosas:
Posted on junio 6th, 2009 by henriettaPosted in Un poco de todo | No Comments »
Vamos a hablar del origen de los nombres de cada mes y de los días de la semana, que es, en ambos casos, latino.
En cuanto a los meses, hay dos tipos: nombres que surgen de historias legendarias y otros, que proceden del primitivo orden que tenían en el antiguo calendario romano, anterior a la reforma de Julio César en el año 46 a.C., que sólo distinguía diez meses.
Enero: proviene de Januarius, del dios Jano, que era una divinidad que se representaba con dos caras: una hacia delante y otra hacia atrás por lo que podía conocer el pasado y el futuro y era considerado dios de todo lo que comenzaba y terminaba. Por eso, enero es el primer mes del año y el que despide al anterior.
Febrero: procede de februarius, mes en el que los romanos celebraban grandes festividades para despedir el año ya que en el primitivo calendario era el último mes del año. En el calendario actual tiene 28 días y cada cuatro años –año bisiesto- se añade uno para nivelar las 6 horas de más que tiene el año solar sobre el año civil de 365 días.
Marzo: del latín martius, relativo al dios Marte, dios de la guerra, y aunque no sea tan conocido, también de la fertilidad, protector de los campos y ganados. En el primitivo calendario romano le estaba dedicado el primer mes del año, como dios de la primavera fértil.
Abril: viene del latín aprilis, que abre. Se supone que la denominación se refiere al despertar de la naturaleza que se advierte en primavera, cuando las plantas florecen y el cielo se despeja de nubes teóricamente.
Mayo: proviene del latín maius pero hay discrepancias acerca del origen. Para unos autores alude a Maya, la madre del dios Mercurio, mientras que otros consideran que se usó para honrar al Senado romano, es decir, a los mayores.
Junio: viene del latín iunius, que puede proceder del nombre de otra asamblea romana: la de los iniores o jóvenes aunque muchos sostienen que estaba dedicado a la diosa Juno, esposa de Júpiter, protectora de la mujer y la familia.
Julio: del latín iulius. Lógicamente este mes recibió el nombre en homenaje a Julio César supongo que por haber reformado el calendario. Antes se llamaba quintilis.
Agosto: proviene del latín Augustus, renombre del primer emperador romano Octaviano, sobrino de Julio César durante cuyo reinado sobresalieron Horacio y Virgilio ya que fue uno de los períodos más brillantes de la cultura romana. Antes, se llamaba sextilis.
Septiembre –september-, octubre –october-, noviembre –novembris- y diciembre –december- se llaman así por el orden que tenían antes de la reforma de Julio César aunque hoy sean el noveno, décimo, undécimo y decimosegundo.
Y aunque el calendario gregoriano sustituyó al calendario juliano, mantuvo los nombres de los meses tal como los conocemos hoy.
En cuanto a la división en semanas, se cree que los babilonios fueron los primeros en emplearla. También tenía mucha importancia para los hebreos el número 7 y el libro del Génesis nos cuenta que en ese período se creó el mundo. Sin embargo, los griegos dividían el mes en tres períodos de diez días y los romanos primitivos distinguían tres divisiones: las calendas, el primer día, las nonas, el 5 o el 7 y los idus, el 13, 14 o 15 y contaban el resto de los días en relación a ellos.
Fue la difusión del cristianismo la que llevó a Grecia y Roma la división del tiempo en semanas de 7 días y los nombres que usamos actualmente derivan también del latín.
En la mayoría de los países cristianos, la semana empieza el lunes, pues el domingo, palabra que proviene de dominicus dies, día del Señor, es el séptimo. En los países anglosajones, probablemente por influjo de la religión judía, cuyo descanso es el sábado, se considera que el primer día de la semana es el domingo.
El lunes viene del latín lunae dies, que significa día consagrado a la luna.
Martes es el día dedicado a Marte, que ya hemos visto que era el dios de la guerra.
Miércoles, a Mercurio, dios del comercio y mensajero de los dioses.
Jueves: a Júpiter, suprema divinidad romana, y el viernes, a Venus, diosa de la belleza y el amor.
Sábado viene del latín sabbatum y éste del hebreo sabath, que significa descansar. Por ello, entre los judíos, el sábado es el día de reposo.