Desamor:
Posted on abril 1st, 2010 by henriettaPosted in General | 2 Comments »
¿Sabes? Hoy me han mandado un enlace a una página web donde puedo ver cualquier lugar en todas las ciudades del mundo. ¿Adivinas qué ha sido lo primero que he buscado? Pues, claro que sí. Efectivamente, ahí estaba ese precioso grabado, que tantas veces nos entretuvimos mirando. Niños correteando felices como en un paraíso mientras la alegoría del amor los observaba con ternura.
Acaso, ¿esperaba verte aparecer tras los cristales? No, realmente no creo que fuese eso lo que quería. Sólo recordar el pasado; no para llorar ni para arrepentirme de lo que hice sino para comprobar que nada queda de lo que hubo.
Lo pasado ya fue y nunca volverá. Tampoco tendría sentido chocar una y otra vez con la misma realidad. Ya no sueño contigo. Simplemente desapareciste. Fuiste un imposible, que pasó por mi vida una vez, la definitiva para hacer que el desengaño habite en mi corazón y sienta una pequeña punzada cada vez que alguien me explica que un amor imposible se ha cruzado en su camino.
¿Y por qué se llamará amor imposible a lo que debería sólo llamarse desamor?, me pregunto, mientras desaparece de mi ordenador la imagen de vuestro hogar.
Volviendo la vista al pasado, todo parece una ficción, más propia de la gran pantalla que de la vida real. Una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras imagino cómo vería esta historia un cineasta. Y, de repente, me doy cuenta que el cine se nos adelantó. No, en este caso la realidad no supera la ficción. Ambas se confunden y nos devuelven a “Los tarantos”… tanto tiempo atrás y, sin embargo, hay historias que se repiten y nos confunden, haciéndonos dudar si es ficción lo que parece real o es real lo que no puede ser más que un cuento.
Entre estas reflexiones, suena el teléfono…
– Hola, ¿qué tal?
– Hola, ¿llamo en mal momento?
– No, por supuesto que no… -Mi intuición me dice que otra historia de desamor llama a mi puerta-.
– Fíjate qué me ha pasado… He llamado a Javi para ir a tomar un café y me ha dicho que qué me había pensado. Eso después de que anteayer estuviese durmiendo en casa. Silencio… ¿Estás ahí?
– Sí, sí, por supuesto. Estaba pensando… -Ya lo sabía yo-. No se qué decir. A lo mejor sería buena idea empezar a cobrar por servicios sexuales, ¿no?
– Pero eso no es lo que quiero yo… Creo que se ha enfadado, ¿y si no me vuelve a llamar?
– Ojalá, pienso yo… No, eso no ocurrirá…
Siento un alivio cuando cuelgo el teléfono: bendita intuición.
Por increíble que parezca, resulta que el hombre, y la mujer, es el único animal que puede tropezar dos veces en la misma piedra y tres y cuatro… Y como los sentimientos no pasan siempre por el tamiz de la razón parece que ni la dignidad humana sirve como criterio para valorar cuándo un amor se puede llamar así y cuando no es más que un espejismo que creemos descubrir pululando a nuestro alrededor.
No puedo evitar pensar lo positivo que sería aprender de las experiencias ajenas sin necesidad de pasar por lo que otros han vivido antes y en temas sentimentales aun más.
¿Y por qué se llamará amor imposible a lo que debería sólo llamarse desamor?
Excelente frase!!!!
[…] ¿Y por qué se llamará amor imposible a lo que debería sólo llamarse desamor? Henrietta […]