A través del espejo

Hoy vamos a hablar de cuentos.

No vamos a hacer una historia del cuento pero sí a ver a algunos de los mas importantes escritores de cuentos de la historia. En primer lugar, vamos a hablar de Edgar Allan Poe, que vivió entre 1809 y 1849. Son muy importantes sus “historias extraordinarias”.

Recordemos que el cuento nació para ser narrado y Poe, teorizador del cuento, dijo que la duración ideal para un cuento era aquella que permitía que fuese narrado de una sola vez sin decaer la atención del oyente, es decir, entre ½ hora y 2 horas.

Otro narrador importantísimo es el ruso Antón Chéjov (1860-1904) pero, claro, la historia de los cuentos empieza mucho más atrás. Probablemente, el primer relato digno de llamarse cuento fue la Historia de Sinué. También en la Biblia se usa mucho de la técnica del cuento.

También después la mitología sirve para dar pie a algún que otro cuento, por ejemplo, en los poemas de Ovidio. No olvidemos que los cuentos pueden ser tanto en prosa como en verso.

En la Edad Media no faltan también cuentistas pero es entre los siglos XIV y XV cuando aparecen los primeros grandes autores y hay que esperar a algunos siglos después para hablar de la Edad de Oro del cuento, en el siglo XIX. Anteriores son Perrault, autor entre otros de Pulgarcito y recopilador de cuentos tradicionales franceses, recogidos bajo el título Cuentos de mi madre la oca. Y también Antoine Galland, arqueólogo y orientalista, traductor de Las Mil y una noches, que respondió a una moda de cuentos de ambiente oriental que llegó a Europa y duró hasta el Romanticismo en el siglo XIX.

Además hay que acordarse de Hans Christian Andersen (1805-1875) que escribió cuentos que han llegado a ser auténticas obras maestras de la literatura infantil como El patito feo, El soldadito de plomo, la sirenita, el ruiseñor. Cuántas veces habremos pensado en él viendo la sirenita de Copenhague. H. C. Andersen era un soñador, de carácter infantil, incluso cuando creció. Había nacido en Odense, Dinamarca. Con 14 años decidió irse con una compañía de cómicos que pasaba por su ciudad natal. Intentó ser actor y comediógrafo pero parece que no gustaba mucho. Por suerte, porque sino nunca habríamos leído sus cuentos. Casi sin darse cuenta, a los 35 años ya era un escritor conocido y parecía escribir cuentos como si no le costara nada. Realmente, era un niño grande, que murió a los 70 años.  

Y ya más actuales, tenemos a Kafka, Hemingway… en fin, podríamos estar hablando un buen rato de cuentos y cuentistas pero dejaremos que sea la música la que nos transporte a un mundo de cuentos… De Rimsky Korsakov diremos poco: contemporáneo de Borodin y Musorgski, profesor de Stravinski y Profokiev. Una de sus obras más conocidas es precisamente Sheherezade, inspirada en «Las mil y una noches» y también muy bonita es el Capricho español, que algunos dicen que se inspiró en un viaje a España y luego otros dicen que nunca vino a España y que compuso inspirándose en lo que había oído de España. En fin, historias…