Crónica de un viaje anunciado:
Posted on octubre 12th, 2009 by henriettaPosted in General | No Comments »
Después de desistir el año pasado de viajar en fin de año a Tenerife, este año pocas cosas podían impedirme ir, por fin.Ni la crisis ni los precios por las nubes de Iberia -la compañia a la que, en el fondo, le debo mucho y mucho- me han parecido excusa bastante así que este sábado pasado, a las 4.59 de la madrugada ya estaba danzando, impaciente… Media horita más tarde ya estaba en el aeropuerto y poco después, camino de Madrid.
Sabía que el viaje a Tenerife sería en uno de esos preciosos «avioncitos» que son objeto obligado de una foto -o dos-: un Airbus 340-600, a falta de Jumbo… Sin incidentes de ningún tipo y después de dormir sólo 15 minutines, ya estábamos en Los Rodeos. De ahí a Santa Cruz en un plis-plas. El hotel… los he visto mejores pero evidentemente no estaba allí para perder tiempo en el hotel. A pocos pasos, el auditorio, majestuoso aunque cada vez me impactan menos los edificios de Calatrava. También había otro edificio suyo, un poquito más lejos. ¿La cucaracha? Si no se llama así, al menos lo parecía.
Comí deprisa y corriendo en el restaurante de El Corte Inglés, contemplando el auditorio, que parece salir del mar… Por cierto, debe tener un nombre pero no lo pregunté… Despistada que es una.
Después, camino de La Laguna -precioso-, hacia Tacoronte, mi primera escala… Un lugar impactante, a continuación, El Sauzal, las vistas al mar, impresionantes. Ahí hay un original establecimiento: Tea & chocolate, ni salido de un cuento de hadas… lámparas en forma de flor, hadas con unos atuendos fabulosos… Mientras esperaba, leyendo Lewis Carroll en el país de los números no podía dejar de pensar qué sentiría este hombre si hubiese podido estar en un lugar tan adecuado para leer sus acertijos.
La tarde fue de lo más agradable… conversación mensística ¿Qué más se puede pedir?… de ahí a… sí, un chino!!! Ni si me persiguiesen. Quién me iba a decir que iría a cenar a un chino!!! En fin, una anécdota más. Y en Los Rodeos llueve, por cierto, y mucho. Lo pude comprobar de regreso. Realmente se equivocaron situando un aeropuerto allí.
Y ya había pasado el sábado. Teniendo en cuenta que mi despertador biológico se había levantado antes de las 5 y tras 6 horas de charla mensística, tocaba ir a dormir.
Domingo… empezaba bien. A las 10.15 ya estaba camino del sur, pasando por Güimar, qué puertito más precioso!!! y sin redes para tiburones y qué erosión, qué formas, qué colores… del rojo al negro… En fin, fascinante. El Médano me encantó… la montaña, como surgida del mar… al lado del aeropuerto!!! Decididamente originales los aeropuertos en esta isla.
Después de ver muchísima niebla, que se come la cúspide de las montañas, en el centro de la isla, el sur nada tiene que ver. Es todo turístico: la playa de las américas, Arona… y La Gomera al fondo. Si hasta parece que la puedes tocar… En fin, vuelta al norte a tiempo para comer en un restaurante precioso, el del Hotel Contemporáneo, al lado del parque García Sanabria, que bien merece un paseo. Después, el TEA, con una decoración minimalista, algo fuera de serie, sobre todo en la biblioteca, que más bien parece un salón de un hotel… Callejear es de lo más agradable aunque Santa Cruz no es lo mejor de la isla ni mucho menos.
Aún faltaba mucho por ver. La tarde-noche discurrió por la Orotava y el Puerto de la Cruz, precioso… las calles, el puerto, las piscinas de agua salada al lado del mar, las rocas… todo y el colofón: una impresionante casa en Los realejos, al borde de un acantilado, con un balcón suspendido sobre el mar, el lugar ideal para contemplar una tormenta.
Lástima que lo bueno se acabe y llegó hoy, día de vuelta. Mi Airbus había encogido… pero ha volado igual de bien. En fin, mañana volveré a la rutina. Asignatura pendiente: Garachico. Volveré.